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Hoy día aún se conservan por medio de la tradición oral muchas historias que los abuelos cuentan a sus nietos con el fin de dejar alguna enseñanza o infundir algún temor. Estas narraciones parten de hechos reales o imaginarios y en ellas aparecen un número reducido de personajes.  Algunas de las historias más conocidas en mi pueblo son:

 

Primera aparición de la Virgen
Cuenta la historia que hubo una intensa guerra entre mis antepasados los Chanchón y los españoles. El 16 de junio de 1562, siete españoles caminaban sobre las labranzas de los indígenas con tanto descuido que no se dieron cuenta cuando estaban rodeados; de un momento a otro sintieron cómo las flechas zumbaron en sus oídos; con horror vieron el ataque feroz de más de mil indígenas que habían prendido fuego a los jarales y labranzas.   La salvación para los españoles era prácticamente nula, el fuego los rodeaba.

 

Arrodillándose entonces invocaron el auxilio de la Virgen y, de repente se desplomó un fuerte aguacero que apagó el incendio, y los nativos se dispersaron como por encanto.  Después   se supo que los    indígenas    decían  haber visto una brillante aparición, de una mujer en el  aire, que protegía con su manto a los españoles, y que con dulce sonrisa les ordenó, que se retiraran.
 
Aparición de la Virgen
 
En el año de 1676 vivía en El Terán una mujer que tenía una hija rebelde e incorregible; la madre afligida lloraba la descarriada condición de su hija y con la esperanza de que se enmendara la llevó a Chanchón y la presentó al sacerdote encargado de aquella feligresía, suplicándole que la reprendiera y la llamase al cumplimiento de sus deberes de hija. Así lo hizo el sacerdote, pero la muchacha recibió con desprecio los consejos de su párroco, éste le anunció que correría peligro de que el diablo se la llevara si continuaba ultrajando y desobedeciendo a su madre.
 Hija y madre salieron de la casa cural y sin decir una palabra en todo el camino llegaron al Terán y entraron a su choza que se encontraba sola. La madre lloraba y en silencio pedía a la Reina del Cielo la socorriese en esa desgracia, haciendo que su hija se enmendara; pero ésta, llena de ira, estalló en nuevos insultos contra la pobre madre.
 
Era ya tarde, no habían comido y no había leña para preparar el alimento; la madre le dijo que fuera a conseguirla, pero la muchacha la desobedeció con mayor altanería diciendo insultos y también blasfemias; en este extremo la inconsolable mujer se quejó al cielo; y para contener a su hija le recordó las palabras del sacerdote, "el diablo puede cargarte" y al terminar estas palabras, se presenta efectivamente Satanás, en actitud de llevarse a la muchacha.

 
Entonces la mujer oyendo sólo a su corazón de madre, de rodillas y con las manos puestas en señal de súplica, invocó a la madre de Dios; llamándola con un   título   hasta  entonces   desconocido,  pero que   es  precisamente  el  que  ella había   escogido   para se le venere,  invoque y para que cultive en el corazón de cuantos habían de nacer en ese suelo:  "Oh Virgen del Socorro, favorécela....." , y al instante apareció la reina morena pero hermosa, con un niño en los brazos y con su cetro apartando a Satanás y encadenándolo; la muchacha se agarró aterrada al manto de la soberana señora, se salvó del infernal enemigo y fue en lo sucesivo un modelo de hija.
 
Pero la santísima Virgen no desapareció, sino después de haber ordenado a la mujer que fuera a decir en su nombre al sacerdote que trasladara la población al lugar que hoy ocupa, que allí se levantara un templo en su honor y que a la nueva feligresía se le pusiera nombre “Socorro"

 


Sin demora fue cumplida la orden celestial, pero el sacerdote y los vecinos no se contentaron con el solo traslado del pueblo sino que inmediatamente mandaron a pintar en España el cuadro que representaba a la nueva patrona, Nuestra Señora del Socorro, y la historia de la milagrosa aparición.
 

En 1680 llegó a Santa fe de Bogotá el precioso cuadro, digna obra de su autor, don Bartolomé Esteban Murillo, donde por orden del arzobispo se tomó una copia que se conserva en la iglesia de Santa Bárbara; y a fines del mismo año fue colocado en el camarín que tenían preparado sus devotos socorranos.

 
El lugar preparado para colocar el cuadro, era la primitiva capilla de paja que el Encomendero real, don Tomás Gómez , hizo construir en memoria del hecho, cerca del camino real que acababa de ser abierto entre San Gil y la capital del virreinato, lo que contribuyó de manera eficaz,  al desarrollo inmediato de la nueva ciudad..



La Sirena

Cuenta  la historia popular que por la Catedral pasa un brazo subterráneo del mar,  “con fuerte oleaje, perceptible en Semana Santa.  Se dice que el viernes a la hora nona se oyen los melancólicos lamentos de una sirena por la muerte del Justo. Nadie ha pretendido pescarla porque quien lo intente se ahoga y no puede, por consiguiente, contar el cuento".

 
Don Satanás de la chorrera



Cuentan los abuelos que a orillas de la quebrada la Chorrera, por la vía a la vereda Chanchón, las personas que transitaban tarde de la noche, identificaban por el camino un olor a chivo o azufre.  Para evitarlo había que invocar por tres veces a Jesús o rezar con fervor: “Señor mío Jesucristo”.  Así mismo sobre la vía al antiguo Pueblo de Indios de Chanchón  se encuentra la “Piedra del Diablo”, que es una inmensa roca, donde en las noches oscuras se sentaba Satanás, rey de las tinieblas, a llorar su eterna pena y de paso espantar a los transeúntes trasnochadores que pasaban por estos senderos.
 
Fantasmas

Dicen nuestros abuelos que de no haber llegado la luz eléctrica a la ciudad todavía se podría hablar de toda  gama de espectros, brujas, apariciones y alucinaciones fantasmagóricas, para asustar a los jóvenes atrevidos, bebedores quienes se reunían a escondidas para animar sus parrandas al igual que lo hacían  los viejos.  A las ocho de la noche sonaban las lúgubres campanadas en las torres de las iglesias parroquiales y los vecinos se metían a sus casas, porque quien cogiera  la calle corría  el inminente peligro de encontrarse una aparición que lo dejaba “aturdido” hasta el día siguiente.
 
 
Laguna Encantada
Según la tradición se dice que en el sitio donde está edificado mi pueblo existía una inmensa laguna.  A la llegada de los españoles, mis antepasados los Chanchón para resguardar sus tesoros los arrojaron a la laguna.  Los conquistadores dirigidos por Martín Galeano intentaron rescatar las riquezas, pero fue en vano, porque al tratar de explorar las aguas, la laguna se ponía “brava” y amenazaba con desbordarse sobre todo el territorio.  Entonces pretendieron secarla para lo cual arrojaron cuatrocientas arrobas de sal, lo que dio por resultado que quedara reducida a dos enormes vigas de oro sobre los cuales se edificó mi ciudad.  La historia dice que quien trate de taladrar o desportillar una de estas enormes vigas podría producir efectos devastadores sobre mi pueblo, inclusive derrumbándolo y arrastrándolo hasta el río Suárez.



 

Agüeros

Las creencias en agüeros invaden cualquier estrato social, con metafórico sentido lleva a presagiar un acontecimiento que está por suceder y que en algunas ocasiones puede no ser malo.  A medida que la ciencia encuentra explicaciones, se entiende mejor que estos agüeros muchas veces son realidad.  

Entre los más conocidos están:
§    Cuando la candela del fogón hace ruido, es porque va ha llegar visita.
§    Cuando las gallinas cantan como el gallo  es señal que  en la casa           cercana va a  ocurrir una desgracia.
§    Si al pasar un trasteo, se  amarra con una cabuya una parte del cuerpo es porque se va a encontrar algo de valor.
§    Cuando se sueña con toros es porque tiene muchos enemigos que lo persiguen.
§    Cuando se le echa sal a un huevo, hay que echar un poco afuera para la buena suerte.
§    Si se tiene un gato negro en la tienda se vende mucho.
§    El que pasa por debajo de una escalera no se casa.
§    Cuando una persona siente calor en las orejas es porque están hablando de ella, inmediatamente debe morder uno de sus cabellos para que esa persona se muerda la lengua.
§    Cuando el sueño es agradable no se debe contar, para que se cumpla; y si fuere desagradable, contándolo, a veces se impide su realización.

§    Cuando se sueña con culebras,  se poseen enemigos que lo calumnian.
§    Al ver una araña se va a tener una sorpresa agradable, sobre todo si la araña tiene siete patas.
§    Sí una mariposa negra le revolotea a una persona en la cara es señal de que va a morir algún pariente.

 

 

Refranes

Los refranes contribuyen a dar al habla llamado “vulgo” un saber castizo que no alcanza la elegante expresión literaria, es la forma como el pueblo acuña sus experiencias para indicar una forma de obrar, formulando una advertencia para indicar una futura enseñanza.
 

Sería impreciso tratar de dar originalidad, netamente socorrana a los refranes, ya que muchos de ellos eran comunes ya en la edad media.  Lo que si no negamos es el grato sabor que mi tierra les da:

 

³ Más largo que la obra de la Catedral.  Se basa en el tiempo que gastaron construyendo la Catedral.

 

³ En el Socorro se corta el agua con machete.  Para resaltar la valentía de los socorranos.

 

³ Parece jueves en el Socorro.  Data de la colonia, se basa en la feria semanal efectuada en la ciudad, a la que acuden gentes de toda la provincia a vender y comprar productos.

 

³ Más brava que mujer socorrana.  Dicho especialmente en los demás sitios del país para resaltar la valentía de la mujer socorrana, representada en la heroína Manuela Beltrán.

 

³ Socorrano es quién llega al Socorro.  Tomado y adoptado de la Constitución de 1857 la que iniciaba así: “santandereano es quien pise tierra de Santander”.
 
Coplas
La copla es una composición corta,  suele ser una estrofa de cuatro u ocho versos. El texto es de carácter coloquial, con un lenguaje en el que predomina el doble sentido para conseguir efectos cómicos.



En mi pueblo se destacan las replicas en porcelanas de las bellas iglesias de mi Colombia, las cotizas, muñecas y flores en capotes de maíz
 
 
 


Mi país se caracteriza por tener una diversidad cultural que cambia dependiendo de la región en que nos encontremos.  Por tal razón no es de extrañar que la región Andina (región en la que está ubicado mi departamento y por ende mi municipio) posea aires musicales propios como lo son:

 
Bambuco: el aire musical popular de la región Andina, como también uno de los ritmos más representativos de mi país.



Pasillo: aire musical del folclore andino. Ritmo derivado del Vals. A principios del siglo XX se convirtió en el ritmo de moda de los compositores colombianos.


Vals: aire musical propio de la región  Andina, y ritmo musical de muchos compositores colombianos, entre los que puedo destacar al maestro José Alejandro Morales López.


Mis abuelos, mis padres, mis hermanos y yo hemos jugado…
 
*  Trompo
*  Maras o canicas
*  El pesca’o ca’o
*  La lleva
*  La lleva de colores
*  Salto al lazo
*  Patada al tarro
*  Stop
*  Yaz
*  Parqués
*  El gato y el ratón
*  Tejo
*  Yoyo
*  La coca
*  El túnel
*  Canasta de frutas
*  Bolo criollo
*  Tángara
*  Fútbol
*  Escondidas
*  Policías y ladrones
*  Yerbis
*  Venados y cazadores
*  El ángel y el diablo
 


El paisaje cultural presente en mi municipio, Socorro, es un contraste de estilos personalizados en el cual resalta el colonial de las casonas antiguas, aunque vale la pena resaltar que la mayoría del asentamiento urbano es moderno pese a que no posee construcciones que superen los 4 o 5 pisos

 
 

 

El menú de mi pueblo es muy variado, deliciosos platos y exquisitas bebidas puedo degustar cada día, pero entre los que más me gustan están:
 

 

 

 

 

 

 

 

 

Platos Típicos


 

   Pepitoria

·        1 1/2 Libras (750 gr.) de asaduras de chivo (hígado, riñones, etc.)

·        2 Tomates maduros pelados y picados.
·        2 Dientes de ajo, picados.
·        2 Cebollas cabezonas, peladas y picadas.
·        2 Tallos de cebolla junca, picados.
·        Sal, orégano y pimienta al gusto.
La cabeza del chivo y las asaduras se cocinan en agua durante 1 hora (deben quedar tiernas). Se sacan, se descarna la cabeza y se pica firmemente junto con las asaduras. Se bota el caldo. Se cocinan los macarroncitos por 12 minutos, se mezclan con la carne, las asaduras, los tomates, las cebollas, los ajos, las yerbas y aliños. Se revuelve bien. Se ponen a sudar por 20 minutos. Se sirve con arroz blanco y el chivo asado.
 

Sancocho

Sopa preparada con carne, costilla de res, cerdo, gallina criolla, repollo, zanahoria, apio, caldo, ajo, condimentos, cebolla junca, plátano, yuca, papa.
 
Mute
Sopa de maíz pilado, res, cerdo, garbanzos, tripa, papa, guacas, apio, plátano

 

Carne Oreada

La carne se expone por poco tiempo al sol para que se seque un poco; se adoba con cerveza y se asa al carbón.

 

Piquete

Carne asada, yuca y ají. 

 

Tamal

Lavado y cocinado el maíz, se muele bien, después se le agrega agua, se pasa por un colador y se cocina el almidón que luego es condimentado.  Sobre las hojas de plátano  (cocinadas previamente) se extienden porciones de masa, a las cuales se  agrega carne de cerdo, garbanzos, pisco o gallina, zanahoria y perejil; se envuelven bien y se ponen a cocinar durante  aproximadamente 4 horas.



Arepa Santandereana

1 kilo de maíz pela’o y cocido
1 taza de chicharrón de cerdo
Sal al gusto.

Preparación: moler finamente el maíz y el chicharrón. Agregar a esta masa, poco a poco, la sal disuelta en agua tibia y amasar hasta obtener una pasta suave y manejable. Hacer bolas medianas o del tamaño que se quiera la arepa.  Luego colocarlas sobre un lienzo húmedo para darles forma, adelgazándolas con la punta de los dedos hasta que quede el espesor deseado.  Para terminar, asar a fuego lento en un tiesto de barro.

Hormigas Culonas



Después de su recolección en los hormigueros, son transportadas vivas a los centros de acopio, tratando que lleguen en las mejores condiciones.  Luego se les quitan las alas y patas para bañarlas con una solución de salmuera.  Después son tostadas en recipientes de barro en forma de tiestos y a fuego lento, cuidando que los aceites  que segregan los cuerpos de las hormigas sirvan como lubricantes naturales en su proceso de cocción, de la mejor manera como lo hacían  mis antepasados los Guane hace ya más de 500 años.


 
El Molido - o -  Bollo Bravo
Se quiebra el maíz   (millo)  y se moja con agua; al día siguiente se muele finamente,  luego se bate  la masa con guarapo y levadura, se deja reposar unas 2 horas para que crezca.  Después se toma un poco de masa, se envuelve en hojas de maíz o de vijao y se pone a cocinar al vapor por dos horas aproximadamente.
Chorotas
Para preparar este delicioso plato, legado de mis antepasados indígenas, se muele el maíz amarillo (blandito), luego de obtener la masa se le agrega ajo, cebolla, sal y cominos al gusto. Se amasa hasta que quede suave y se pueda trabajar.  Aparte se sofríe la carne (cerdo, pollo o res).  Se toma un poco de masa, se forma una bolita y, con el dedo se le abre un huequito para rellenarla con el guiso, se cierra y se pone a cocinar en la sopa. Luego de la cocción se obtiene el exquisito sancocho de chorotas.
 
 
Además de éstos deliciosos platos, en mi municipio se fabrican exquisitos dulces de apio, arroz, cidra, cordado de leche, arequipe, tamarindo, gelatina de pata, maizenitas y panuchas.
 
Bebidas
En mi municipio se consume una gran variedad de bebidas que han sido el producto de un legado cultural que aún se mantiene y también otras que se han adoptado; entre las más comunes podemos encontrar:

Tradicionales:

*    Guarapo

*    Chicha

*    Masato

Adoptadas:

*    Cerveza

*    Gaseosa

*    Refajo  (cerveza y gaseosa)

*    Carabina  (cerveza, gaseosa y guarapo)


La indumentaria popular es uno de los elementos folklóricos que nos permiten analizar las supervivencias en nuestros pueblos, las diversas influencias, clima, condición social, etc.
 

Los españoles encontraron en los nativos trajes sencillos con características que reflejan posición social y diferencia de sexo.  Los vestidos tanto de los europeos como de los indígenas y mestizos del coloniaje, fueron conformando un traje que se popularizó y es el que hoy conocemos con su respectiva evolución.

 Hombres
 
Camisa “cotoma” de cuello militar de abotonar, blanca, con pechera bordada en hilo.  Pantalón negro o gris, sombrero de jipijapa y alpargatas de fique.
 
Mujeres
Blusa de flores, faldas de igual color, enaguas, sombrero de jipijapa y alpargatas de fique.
 

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