El territorio actual de mi municipio, Socorro, corresponde al corazón de la provincia de mis antepasados los Guane, que fue encontrada por el ejército conquistador de Martín Galeano. La étnia fue repartida en unidades de encomienda entre los soldados que se radicaron en la ciudad de Vélez, a cuya jurisdicción fue incorporada toda la provincia.
Tres de las encomiendas más importantes que se administraron en las vecindades de la actual cabecera municipal fueron las designadas por los nombres de los caciques Chanchón, Carahota y Mahavita.
Todos los encomenderos enviaban lavadores (indígenas) al distrito minero del Río del Oro (Girón), y fue así como se formó una ranchería llamada Chanchón a orillas de dicho río.
Pese a la dispersión de la población indígena, los visitadores de la Real Audiencia lograron reunir en pueblos congregados, a los indígenas de Chanchón y Carahota. En 1617 durante la visita de Lesmes de Espinosa Saravia, se redujeron los segundos al pueblo de Chanchón (asentado a orillas de la Quebrada Chirivití), en donde conservaban todavía la jerarquía de su cacique, quien mandaba 364 personas.
La provincia de Guane, debido al descenso de la población indígena, se fue poblando de casas de blancos y mestizos, cuyas producciones agropecuarias y artesanales se beneficiaban del tránsito de pasajeros entre el distrito minero y la ciudad de Vélez; en otras palabras se fueron formando a lado y lado del camino trapiches, cañaverales, ganaderías y hogares campesinos donde las familias tejían lienzos de algodón y alpargatas.
Los vecinos pudientes firmaron cartas de obligación en la cual se comprometían a pagarle al cura, por esta razón fue ordenada la fundación de la parroquia el 16 de abril de 1683 y se dictó auto de erección de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro del Valle de Chanchón el 27 de noviembre de 1683.
Tres de las encomiendas más importantes que se administraron en las vecindades de la actual cabecera municipal fueron las designadas por los nombres de los caciques Chanchón, Carahota y Mahavita.
Todos los encomenderos enviaban lavadores (indígenas) al distrito minero del Río del Oro (Girón), y fue así como se formó una ranchería llamada Chanchón a orillas de dicho río.
Pese a la dispersión de la población indígena, los visitadores de la Real Audiencia lograron reunir en pueblos congregados, a los indígenas de Chanchón y Carahota. En 1617 durante la visita de Lesmes de Espinosa Saravia, se redujeron los segundos al pueblo de Chanchón (asentado a orillas de la Quebrada Chirivití), en donde conservaban todavía la jerarquía de su cacique, quien mandaba 364 personas.
La provincia de Guane, debido al descenso de la población indígena, se fue poblando de casas de blancos y mestizos, cuyas producciones agropecuarias y artesanales se beneficiaban del tránsito de pasajeros entre el distrito minero y la ciudad de Vélez; en otras palabras se fueron formando a lado y lado del camino trapiches, cañaverales, ganaderías y hogares campesinos donde las familias tejían lienzos de algodón y alpargatas.
El pueblo de indios de Chanchón, bajo el mando del juez poblador Pedro Ferrer, se convirtió en la administración eclesiástica del feligresado blanco y mestizo, anexado al doctrinero de Chanchón; pero el rápido crecimiento del campesinado durante el
siglo XVII dejó oír pronto su voz de inconformidad sobre el supuesto estado de “abandono espiritual” en que se encontraba. Fue así como se propuso la erección de una parroquia que agrupara el vecindario blanco y mestizo.
Apoyándose en el argumento de poseer dos “repúblicas” (la de indios y la de blancos) más de cuarenta personas iniciaron el proceso para la erección de una nueva parroquia, otorgando poder a Blas García de Cabrera para que realizara las gestiones pertinentes.
Apelaron a la necesidad de atención religiosa ya que había en la zona más de 400 personas cabezas de familia.
Para cumplir con uno de los principales requisitos, el de la disponibilidad del terreno donde se construiría la parroquia, el 16 de junio de 1683 los señores Joseph de Archila, el alférez Joseph Díaz Sarmiento y su hijo Juan Díaz Sarmiento donaron unos terrenos localizados “entre la quebrada que llaman de Jaboncillo y la quebrada que llaman de Guayacán, desde la single de la peña arriba a dar a un montecillo que está al lado del camino real que se lleva a la cabulla al lado de la quebrada de Guayacán y en aquí derecho cortando a la quebrada de Jaboncillo por entre dos cerritos que están junto a la quebrada del jaboncillo”.
Este sitio escogido y donado contaba con varias ventajas a su favor. En primer lugar, ya existían algunos antecedentes de habitantes en él, pues se dijo que en 1570 el encomendero Tomás Gómez había hecho construir allí una capilla, cuya existencia fue certificada en 1638.
En segundo lugar las tierras donadas estaban bastante retiradas del pueblo de indios de Chanchón y a lado y lado del camino real lo que permitía esperar un crecimiento y capacidad para abastecer a los pasajeros que por allí transitaban.Apoyándose en el argumento de poseer dos “repúblicas” (la de indios y la de blancos) más de cuarenta personas iniciaron el proceso para la erección de una nueva parroquia, otorgando poder a Blas García de Cabrera para que realizara las gestiones pertinentes.
Apelaron a la necesidad de atención religiosa ya que había en la zona más de 400 personas cabezas de familia.
Para cumplir con uno de los principales requisitos, el de la disponibilidad del terreno donde se construiría la parroquia, el 16 de junio de 1683 los señores Joseph de Archila, el alférez Joseph Díaz Sarmiento y su hijo Juan Díaz Sarmiento donaron unos terrenos localizados “entre la quebrada que llaman de Jaboncillo y la quebrada que llaman de Guayacán, desde la single de la peña arriba a dar a un montecillo que está al lado del camino real que se lleva a la cabulla al lado de la quebrada de Guayacán y en aquí derecho cortando a la quebrada de Jaboncillo por entre dos cerritos que están junto a la quebrada del jaboncillo”.
Los vecinos pudientes firmaron cartas de obligación en la cual se comprometían a pagarle al cura, por esta razón fue ordenada la fundación de la parroquia el 16 de abril de 1683 y se dictó auto de erección de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro del Valle de Chanchón el 27 de noviembre de 1683.
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